Antes de iniciar este importante tema, quiero preguntarles algo.
¿Alguna vez han tenido esos “nervios” de iniciar una conversación con alguien? No importa si es hombre o mujer, si les gusta o no.
Me pasa muy seguido. Puedo ver a alguien que me parece interesante, que puede estar leyendo un libro que me gusta o haciendo alguna actividad que me parece divertida. Me dan ganas de acercarme y hacerle plática, indagar acerca de eso que hace, cómo se siente al hacerle, la experiencia que está viviendo. Pero no puedo. Por alguna razón siento que molestaré a esa persona, después de todo, soy un desconocido. ¿Qué sentirían ustedes si un desconocido se acerca a hacer preguntas sobre su vida? Y más en esta época de inseguridad.
Es complicado, ¿saben?.
El día viernes 20 de marzo, que me toca clase de baile, una chica (sin ninguna razón aparente) comenzó a hablarme de su exnovio. Fue algo muy random para mi, ¿por qué le hablas a alguien que no conoces sobre tu exnovio? Me contó que no quería regresar con el, en lo que trabajaba, que había dejado su trabajo para venir a verla, de donde era el tipo… Total, yo soy una persona educada (y muy curiosa) así que le seguí la conversación y ella siguió hablando.
La verdad, me quedé maravillado con la facilidad de unas personas para contar su vida a extraños. Tal vez hay algo en mi que inspira confianza, no es la primera vez que gente que no conozco me cuenta cosas personales. Pero… Yo no puedo iniciar una conversación así de fácil. A veces se malinterpreta lo que digo. Tengo que leer 23 veces lo que escribo para ver si hay algo que pueda tomarse de una mala manera.
Pero hay un problema con esto. Por tratar de no lastimar a las personas con las que hablo, muchas veces tengo que cambiar el mensaje a algo que no es 100% real, pero sé que será más digerible para la otra persona. Esto está mal, porque dentro de mi se quedan esas palabras no dichas, y crecen dentro de mi, intoxicando mi alma.
Hay muy pocas personas en mi vida con las que puedo hablar siendo totalmente yo. Y estoy muy agradecido con esas personas, porque gracias a ellas, las risas no faltan y puedo ser quien soy en realidad.
Es la primer semana de cuarentena en México. Y actualmente estoy luchando con mi mente como no tienen una idea. El trabajo me ayuda a no pensar en… Cosas. Y ahora tengo mucho tiempo libre y siento que me muero, tengo la ansiedad al tope y no puedo dormir. Es horrible. Necesito que termine esta cuarentena. O alguien para platicar, aunque sean puras pendejadas. O tal vez, simplemente necesito escribir más aquí y desahogar todas estas emociones en un lugar seguro.
Pasen un bonito día, quiéranse, cuídense, valorénse.
Que todo lo bueno te siga, te encuentre, te abrace y se quede contigo.
Llegué a tu blog de serendipia, pero me llamo la atención este artículo, no te conozco en persona pero te vi alguna vez en la universidad, era menor de grado y por lo que recuerdo te ves super amigable, disculpa mi crítica, pero este texto coincide mucho a mi forma de ser y hoy, septiembre aún en “cuarentena” ¡muero de ansiedad!
Que estés super bien, un saludo!
No inventes, no había leído esto. Creo que dos meses tarde
No sé si sea amigable, no tengo muchos amigos, pero es fácil convivir conmigo. Es como si hubiera una planta en el cuarto; no me muevo, no hablo cuando hay extraños. Creo que lo único para mi es poder sentirme cómodo para entablar una conversación con alguien. Creo la ansiedad se ha dado mucho ahora en cuarentena, pero no te preocupes, vamos a sobrevivir 🙂
Cuídate mucho!