Estos días han sido horribles. La tristeza me consumía, sentía que me quería morir, bajé de peso (esto no fue tan malo), no podía dormir y la comida era insípida (no, no es covid).

Pero poco a poco me he ido sintiendo mejor. Ya puedo dormir bien, he vuelto a disfrutar la comida. Ya he reído nuevamente. Y sólo me tomó 23 días.

Es horrible, ¿saben? Tener tantos pendientes pero tu mente te juega sucio y no poderte concentrar en sus trabajos por más que lo quieras hacer. Aún es muy pronto para contarles lo sucedido aquí. Pero les traeré la historia en algún punto. A penas hace 1 semana hablé con alguien al respecto, pensé que me iba a ayudar a aligerar la carga… No sé si mi mejoría fue por eso.

Este escrito nace “gracias” a estos sentimientos que me abruman. Espero lo disfruten.

Estos días no he podido ser fuerte.
Por las noches me gustaría ahogarme en las sábanas manchadas por mis lágrimas a tener que caminar en la ruina de mi corazón.
Algunas veces mi alma se cansa de intentar.
Algunas veces mi mente no se puede callar.

No puedo obligarme a cargar el peso de mi destrucción cuando mi corazón es débil.
Hay momentos en los que debería descansar, que debería estar sólo en un lugar.
Y no quiere decir que me esté rindiendo, no significa que me esté entregando a la locura.
Simplemente estoy cansado de luchar para aminorar el caos.

Algunas veces necesito dormir con mi dolor, déjenme que me envuelva hasta la mañana.

Omar obregón | 2021

Loading

Foto del avatar

Omar Obregón

Ingeniero probando la vida de Docente.
Me gusta leer, viajar y comer.
El miedo me guía y me ayuda a crecer
¿Me acompañas en la travesía de la introversión?

Puede que también te guste...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *