Cada tanto pienso en el amor y lo bonito que se siente estar enamorado. Sentir esa atracción por alguien, quererle ver, sentirle cerca, esos mensajes que demuestran cariño y que se preocupa por tu bienestar.

Cada tanto me gustaría volver a sentirlo, sentir que alguien me quiere y se preocupa por mi. Que le interesa saber cómo me siento, qué he hecho o inclusive que le guste escuchar mis pláticas nada interesantes sobre temas conspiranóicos.

Pero después me acuerdo de la última vez que me pasó. De como me sentía poco al estar con ella y como me sentí aún peor cuando se fue. Me acuerdo de lo difícil que fueron esos meses, de los kilos que perdí, de lo demacrado que quedé, de lo mucho que me dolió, de como perdí las ganas de continuar… Y se me quitan las ganas de volver a sentir algo así.

Les puedo decir (gracias a algo que pasó recientemente) que por fin está pasando ese dolor. Ya existe paz. Después de 1 año y 8 meses estoy tranquilo. No sé que fue lo que cambió (tengo una ligera idea) ni cómo eso hizo que dejara de doler… Pero agradezco cualquier cosa que haya sido.

No sé si estoy listo para volver a estar en una relación, gracias a eventos recientes me he dado cuenta que quedé “tocado” por varias palabras y no quiero hacer pagar a la siguiente por cosas que no le correspondan. El tiempo lo dirá.

Esto lo escribí en algún punto de ese dolor insoportable en una noche que sin importar cuando lloraba no podía dormir.

Pero no lo hiciste
Te di todo lo que era. Todo yo. Tuviste todo de mi y pudiste tener todo lo que hubiera sido. Pudiste entrar en mi sacaste todo lo que quisiste y pudiste. Hasta ese punto te quería.
Pero elegiste irte. Elegiste que no te importara lo mucho que te quería ¿cómo lo hiciste? Nunca supiste cómo me hizo sentir tu decisión. Nunca lo dije. Tal vez eso es lo que me molesta tanto. Quería hacerlo, pero estaba asustado. Temía perder el poco contacto que teníamos, que estúpido fui.
Lo divertido es, que creo que la asustada realmente eras tu. Te asustó que el compromiso fuera algo serio, te asustó todo lo que podría pasar después. Tu sabías que no soy la clase de persona que juega con esas cosas, sabías que de verdad te amaba. Tenías miedo de lo que la gente pensara, como la gente podría reaccionar.

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Omar Obregón

Ingeniero probando la vida de Docente.
Me gusta leer, viajar y comer.
El miedo me guía y me ayuda a crecer
¿Me acompañas en la travesía de la introversión?

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