Este escrito iba a llamarse ‘Episodios’, pero dado a una plática que tuve hoy, decidí cambiar el nombre y casi todo lo que trata, pero aún así mantener la esencia.
Desde hace dos semanas que no puedo dormir más de unas tres horas. Me rehusaba a creerlo, pero la depresión volvió. Les mentiría si les dijera que se fue en algún momento, creo que ya aprendí a convivir con ella, pero en algunos momentos es fuerte y me vence. A veces creo que la depresión es como ese amigo que no ves en mucho tiempo, pero cuando llega es tan familiar; su tacto, su olor, el tiempo que pasa con nosotros. Y cuando aprendemos a identificarla, a reconocerla, darle su espacio, reconocemos los motivos y dedicarle un momento, sola se va. No tengo idea por qué me costó tanto admitir que otra vez vino de visita. La verdad me molesta tanto, y más por los pensamientos que trae consigo. Por algún motivo siempre que llega inunda mi mente de recuerdos que me hacen decir “que pendejo estuve”, me da tanto coraje y me molesto tanto conmigo por cómo pude permitir que se aprovecharan tanto de mi.
Generalmente, cuando escuchaba ese tipo de eventos de conocidos, compañeros o amigos, yo pensaba “¿cómo es posible que se dejen hacer eso?” hasta que estuve en una situación similar por años y no me di cuenta. Es increíble ¿saben? Como es que justificamos, omitimos u obviamos algo dañino por estar con la persona que nos gusta, queremos o amamos. Como estas personas son capaces de notar ese amor/gusto/interés y sacar provecho de ello. No sólo dinero, eso vuelve (pero duele) sino tiempo y a veces hasta cancelábamos nuestros compromisos porque queríamos estar con esa persona. Darnos cuenta que estas personas solo nos usaron y desecharon en el momento que ya no podían sangrarnos más es lo que más duele, tal vez porqué queríamos creer que si había algo de cariño. ¿Cómo es posible? ¿Cómo hacen esto sin sentirse mal? ¿Cómo pueden abusar del amor y la confianza que alguien les tiene por dinero? Y nosotros… ¿Cómo fuimos tan estúpidos para aceptar esto? ¿Cómo fue que nuestra autoestima y falta de amor propio llegó tan bajo que permitimos que una depredadora viniera a aprovecharse de nosotros?
Recuerdo un día que le comenté acerca de algo de eso, ¿saben que me dijo?, “tu bien sabes que yo no soy así”. Lo mandó en audio, sonó tan falso que ya no quise mencionar nada al respecto. Me hace cuestionarme mucho quien realmente es quien está roto, ella, por aprovecharse de alguien que la amaba, o yo, por pendejo y permitir un abuso a falta de amor propio.
No se queden ahí, abandonen inmediatamente las relaciones de este tipo, no lo valen, no son personas agradecidas, jamás verán sus errores y encontrarán la manera de hacerles creer que la causa de todo fueron ustedes. No se culpen, estas personas están siempre de cacería, al asecho de otras personas de las cuales puedan aprovecharse.
Tengan mucho cuidado.