¿Se han puesto a pensar en lo difícil que es reconstruir un vínculo roto? Digo reconstruir, porque no se puede reparar, debes volver a crearlo, hacer todo lo posible para que el amor, la confianza, amistad, etc., vuelva a existir en esa relación.
Sin embargo, es irreal creer que podremos estar juntos para siempre. Sería lindo, y ciertamente es lo que algunos esperamos, pero nunca podemos estar a la expectativa que eso se cumpla. El cambio a través del tiempo es inevitable, algunas veces nuestros caminos nos llevan en distinta dirección y no hay nada que podamos hacer acerca de eso. Las personas están permitidas a cambiar su forma de pensar. De hecho, deberíamos de ser capaces de cambiar nuestra mente para mejorar. Quiero decir, si en una relación ambas personas dejaron de invertir en que la relación funcione, o si uno de ellos ha cambiado mucho como para continuar ahí, es mejor que salgan de ella y el acto de amor más grande que pueden hacerle a la otra persona es dejarle libre también.
Si el objetivo principal es permanecer juntos sin importar qué, esa relación tenderá a estancarse y deteriorarse, en lugar de crecer juntos. Es imposible tener una relación entre dos personas que están creciendo si están en una idea de “esto durará para siempre”. Las personas necesitan ser libres para soñar en grande y mantenerse firmes con quien son en realidad.
Las parejas hacen la promesa de “trabajar juntos” cuando comienzan a salir, que usualmente significa, “estar juntos el mayor tiempo posible”, y no hay nada de malo en eso mientras que eso sea una meta y no una expectativa. La meta es crecer juntos y mantener ese compañerismo y, para lograr eso, necesitamos mantenernos curiosos acerca del otro, comunicarse bien y constante, pasar suficiente tiempo de calidad juntos. Necesitamos tiempo para compartir intereses y trabajar en objetivos mutuos, sino, es posible de que comencemos a crecer en direcciones distintas. Algunas veces pasa, es inevitable. Conocemos personas en una etapa de nuestra vida en la que somos compatibles porque ellos están en una etapa similar. Y algunas veces, cuando nuestras etapas evolucionan, nos separamos.
Realmente nadie está obligado a quedarse con nosotros, así como nosotros no estamos obligados a quedarnos con alguien. La historia compartida y el tiempo invertido no son razones para quedarse si no existe una verdadera conexión que se mantiene en evolución.
Nada perdura, todo se destruye, todo cambia. Es la Ley Universal inevitable. En el budismo se dice que es una de las tres “marcas o sellos” de la existencia y se afirma que “lo único permanente es la impermanencia”.