Es extraño la forma en que las cosas van sucediendo en tu vida. Es como ese video de TikTok que dice “Sabes que tu vida ha entrado en una nueva temporada cuando…”. No sé realmente cómo es que sucede eso. No sé cómo es que las personas van llegando, cuando no vas por ahí buscando rellenar espacios y de repente te dan una inyección de vida.
En algunas notas ya les he comentado lo importante que es para mi tener con quien hablar. Antes era una necesidad, así como hay personas que necesitan estar rodeada de gente para no sentirse solas, salir cada fin de semana o cosas similares, mi necesidad era tener con quien hablar y compartir cosas, por más insignificante que sea.
Hace poco comencé a tratar ese tema en terapia y por fin puedo decir que lo he ido sanando. Las conversaciones pasaron a ser un un regalo o privilegio, más que una necesidad. Por fin he sido capaz de dejar ese apego hacia las personas con las que tenía conversaciones regulares y ya no hago todo lo que hacía antes para mantenerlos en mi vida (cuando evidentemente esas personas no quieren seguir en ella).
Suena cliché eso de “dejar ir esto, para tener espacio para recibir aquello”. No sé realmente cómo funciona el mundo pero, afortunadamente, cada vez que alguien importante ha salido de mi vida, llega alguien nuevo a enseñarme tantas cosas y a cuestionarme tantas otras que daba por hecho.
Lamentablemente, todo cumple sus etapas y ciclos, dicho de otra manera, tarde o temprano todos se van. Lo he hablado con mi terapeuta y encontramos que tengo mucha aprehensión cuando encuentro a personas con las que tengo gustos similares. Es complicado de explicar, pero el hecho de que no pueda compartir muchas cosas con las personas que quisiera, hizo que me quedara en relaciones donde no me querían realmente, pero ahora que encontramos eso, mis relaciones son ahora “más reales” y no ando por ahí mendigando amor ni atención, tampoco intento hacer que las personas hagan o vean algo que me gusta.
He dejado de hacer o ver cosas que quería simplemente porque a las otras personas no les gustaba. No he terminado de ver la serie de Loki ni las películas de Studio Gibhli, porque a la otra persona le aburrió; No terminé de ver La Casa de Papel ni Mindhunter, porque la persona con la que la veía se fue; Hubo citas que tenía con algunas personas que me cancelaron y jamás volvieron a reagendar; Había dejado de armar rompecabezas porque me recordaban a alguien. Hubo tantas cosas que permití sin darme cuenta solo porque esas personas eran importantes para mi. No sé qué pasó o en qué momento empecé a darle más importancia a las demás personas sobre mi.
Pero no es de lo que iba esta entrada, al menos no en un inicio, quería hablarle de las personas que son un regalo del Universo, personas que llegan después de que otra te hizo un desbalance terrible, llegan para enseñarte que no estabas mal, simplemente estabas con personas que no valoraban las cosas que tu si. Eso no hace que las otras personas estén equivocadas, simplemente no eran las correctas para la etapa que vivías.
Dejé en pausa un día esta publicación porque no encontraba la nota que escribí en Facebook al respecto, fue en el 2013. Hay varias cosas que leo y me dan pena ajena, porque ya con más frialdad puedes notar ciertas cosas que solo era tu codependencia emocional hablando, pero todo lo demás está bonito. Y entre ello encontré muchas notas que hablan sobre darse la oportunidad de vivir experiencias nuevas y aceptar los regalos que te llegan. Encontré tantas que pudiera poner aquí, pero pondré la que me vino a la mente mientras escribía la entrada.
Esta nota, la escribí cuando tenía las emociones al tope, mientras estaba en la secta (ya les contaré la historia). Pero del regalo que hablo en este mensaje, es de una chica que conocí en uno de mis puntos más bajos. Yo creía que ella era todo lo que quería, pero la verdad es que ella también estaba en un momento difícil y yo fui como su curita. Ya después descubrí que mientras salía conmigo también salía con otro vato en Cd. Victoria. Me he dado cuenta que soy muy engañable, ya me la han aplicado varias veces. Pero esa es otra historia.
En estos días, he aprendido mucho, sobre todo en dejar fluir las cosas (los que me conocen saben lo difícil que es para mí). Y el resultado ha sido interesante, en muchas formas. He dormido mejor, he hecho cosas nuevas, probado cosas nuevas y encontrado personas con las que puedo hablar de lo que me gusta sin que me vean feo/raro. He encontrado lugares en los que me han hecho sentir bienvenido y aceptado. No sé, es extraño, siento que vuelvo a vivir.
Tengo unos cuantos escritos que les quiero compartir también de cuando me he sentido bajoneado estos días. Pero ya será en otra entrada.
Una inyección de vida
"Estoy tan acostumbrado a que me traten mal, que las caricias me hacen daño" Es el tema de la foto de hoy. Y hay una historia detrás de todo esto, hay un porque salió esa frase... A veces, el Universo nos hace regalos, regalos bellos, inimaginables, mágicos y extraordinarios... Regalos que tal vez no se vuelvan a presentar y que si nosotros lo decidimos podemos aceptar. Pero estamos acostumbrados, o más bien estamos programados para pensar que cosas así solo se obtienen con un gran esfuerzo... -¿Cómo es posible que lo haya obtenido si no me esforcé lo suficiente?-, -Pero aquel trabajó más que yo, no puedo aceptarlo-. El Universo es tu amigo. Y todo amigo cuando te obsequia algo es con el corazón, sin esperar nada a cambio. ¿Cuántas veces hemos desaprovechado estos regalos y oportunidades que se nos presentan? ¿Cuántas veces hemos sentido que no merecemos algo aún cuando nos esforzamos y damos todo de nosotros por un resultado?. Se pueden presentar de muchas formas... Personas, eventos, animales, flores.... Y hasta en un trenecito. Muchas veces no sabemos como interpretar esto, y, realmente no son los objetos los que guardan algo emotivo, sino la conexión que tenemos con ellos, lo que simbolizan para nosotros es lo que hace tan preciado algo, lo que diferencia una flor de otra, una persona de otra, un trenecito de otro... Ese sentimiento, ese valor es netamente nuestro, es nuestra interpretación de algo. Yo he tenido varios obsequios del Universo, una vez tuve uno, uno tan maravilloso que jamás lo creí posible, lo disfruté tanto, y aunque solo fueron un par de días, jamás había sentido algo así. Pero el estar programado de la manera en que estaba me impidió verlo, no pude apreciar lo que se presentó, no fui capaz de darle el valor que merecía y así como llego, terminó. Esta vez, tuve la fortuna de obtener un regalo, un hermoso regalo, el cual yo relaciono con algo que va más allá de todo de lo que imaginaba, tiene un significado que en otro momento no hubiera sabido darle... Gracias a uno de mis ángeles por ese regalo, por esas hermosas palabras... Gracias por un regalo inesperado. Todo llega en el momento justo, ni antes ni después. Algunas veces es para enseñarnos algo, algo que tal vez hacemos mal, algo que es para mejorar nuestra persona... Solo llega por un momento... Otras veces es para abrirnos los ojos y ver todo lo que nos estamos perdiendo y nos invita a transformarnos... Tal vez aún no tenemos claro el porque de las cosas, pero su motivo tienen. Déjate impresionar, no esperes nada, no tengas expectativas, nunca supongas, porque en ese momento será cuando llegue el mejor de los regalos para ti. Permítete aceptar los regalos que te trae el Universo, sé que a veces el miedo se hace presente, pero acéptalo, abraza a tu miedo, acompáñate de el, porque así podrás lograr más cosas, es algo inevitable, algo que siempre estará ahí, y por lo cuál no podemos hacer algo al respecto.