Todos tenemos nuestros fantasmas. Esos eventos que nos persiguen, traumas de personas pasadas. Acciones que, cuando las repite alguien más, activan una serie de inseguridades en nuestro cerebro. Acciones que cuando las estamos viviendo, pensamos: “diablos, ¿otra vez me está pasando esto?”
Inmediatamente se activan nuestras alarmas, pero no, las personas no son las mismas, no siempre el daño que nos hicieron se va a repetir (a menos que estemos repitiendo algún patrón). Les contaré una pequeña anécdota, no estoy seguro si ya conté cosas relacionadas a mi y al baile antes aquí, pero ahí va: Yo, desde que tengo uso de razón, el baile me ha causado conflicto, porque en el pasado personas que eran emocionalmente importantes para mi me criticaron y burlaron cuando intentaba aprender. Mi exnovia, había momentos en los que me intentaba dar una vuelta cuando íbamos caminando por la calle, todo normal, pero yo no podía, debido a mis inseguridades y me ponía tenso. Yo sólo veía la cara de decepción en su cara. La verdad no recuerdo si le hablé del porqué me ponía así, pero si recuerdo que ella me decía, “pero por qué te pones así?”, “si nada más estoy yo”, “nadie está viendo”. Ahora que caigo en cuenta, ella nunca tomó en cuenta mis inseguridades, pero si pedía comprensión para que yo tuviera consideración por las suyas… Qué ironía… Total, la historia. En clase de baile, una niña me intentó dar una vuelta (estábamos en baile libre, nada que ver con los pasos que vimos ese día), me dio un shock. Mi mente se teletransportó inmediatamente a ese día, se me olvidaron los pasos, mi cuerpo se inundó de una tristeza, algo presionaba mi pecho y tenía ganas de morirme porque había decepcionado a alguien… Pero… No, no había decepcionado a nadie, todo fue un fantasma de un trauma anterior que se ha ido fortaleciendo por los años (esto tiene mucho que ver del porqué entré a clases de baile).
La mente es cruel a veces. Cuando crees que algo está superado, te hace recordar aquello que te duele. Es extraño. Es cansino. Siento que drena mi energía. Ese día en baile había comenzado muy bien, estaba feliz, había aprendido algo nuevo, pero terminó pésimo. No entiendo bien cómo funciona mi mente, pero una canción, una foto, una película o un recuerdo pueden transportarla a cómo se sentía y volver a vivir esas emociones, es lo que me permite escribir como si estuviera viviendo eso en el momento que mis dedos se trasladan por las teclas para intentar imprimir lo que siento en las letras que están leyendo.
Yo me di cuenta de mi patrón hace tiempo, hablando con una amiga de las elecciones que hacía de mis parejas, encontré similitudes en la clase de mujeres que he elegido… Y si, adivinaron, el resultado no ha sido satisfactorio.
He decidido rotundamente no volver a caer en ese patrón y hablé con mi prima al respecto. No volveré a intentar algo con ninguna chica hasta que no vea que sus intenciones y sus ganas de estar conmigo son las mismas que yo de estar con ella. Había más, pero eso ya es un poco más privado.
¿Saben? En parte me odio, porque generalmente hablo con muy poca gente. Y cuando alguien se va, me duele muchísimo, porque no sólo se va esa persona, sino todos mis temas de conversación con ella. Después de mi última ruptura, quedó un gran hueco, pero… No sé en lo que crean, si en Dios, el Cosmos, el Destino, el Dharma. No sé, pero llegaron personas que me sacan plática, que de una u otra manera se han dado cuenta de mi estado de ánimo real e intentan hacerme sentir mejor. Es interesante, es como si el Universo dijera “no mereces estar tan de la mierda, ten, distráete un rato, aún no te mates”. He conocido personas muy buenas conmigo y no sé si las merezco y llegaron cuando más necesitaba alguien con quien hablar.
Ese es mi fantasma principal. Por los eventos que he vivido, mi fantasma es creer que no merezco lo que me sucede. Y ya me cansé de creer eso.
No tienen idea de la inmensa tristeza que siento en este momento. Me han pasado cosas muy buenas, pero no siento nada. Soy incapaz de sentir felicidad, amor, emoción… Tal vez sea sólo demasiado estrés, a veces me cuesta levantarme de la cama, pero hago mi mejor esfuerzo. Tengo todo, pero no siento nada positivo en mi. Es complicado de explicar. Ya sólo quiero que todo esto acabe, quiero que los fantasmas se vayan.