Como perros y los gatos tienen formas interesantes de mostrar afecto.
Los perros viven en el momento, hacen y deshacen sin pensar en las consecuencias de sus acciones. Si llegan a romper algo, en el momento que viene el castigo lo “sufren”, pero si segundos después le hablas bonito es como si jamás hubiera pasado y te mostrará su amor incondicional, te lamerá y moverá la cola. Tal vez recuerde lo que hizo que te molestó y tal vez no lo vuelva a hacer. Tal vez no lo recuerde y en unas horas vuelva a hacerlo.
Los gatos son más complicados, tienen personalidades muy distintas, unos cariñosos, otros no tanto. Unos muestran afecto mientras les das de comer y cuando ya obtienen su comida se les olvida que fueron cariñosos. Los gatos suelen ser agresivos cuando haces algo que no les gusta; te pueden arañar, te pueden morder, pueden irse a esconder hasta sentirse cómodos con tu presencia. Cada gato tiene diferentes maneras de mostrar gratitud y cariño. No digo que los perros no, pero en general… Hay patrones.
Yo no soy ni un gato ni un perro. Yo soy ese elefante con una estaca que, desde pequeño, dejó de intentar porque “sabe” el resultado. Soy ese tigre electrocutado cada vez que hace algo mal, pero que aprendió a saltar un aro. Soy ese oso que aprendió a estar en un triciclo para no ser golpeado con un palo. “Aprendí” a realizar acciones para defenderme de aquello que me dolía. No intento cosas nuevas por miedo al resultado, a volver a experimentar dolor y vivo en la eterna duda del “¿qué hubiera pasado si?”. Mi mente es una locomotora de los 1800, sobretrabajando a punto de quemar su madera vieja por tanto pensar en cosas que deberían solo sentirse y disfrutarse.
Las heridas de mi pasado me han marcado tanto que mi mente no me permite disfrutar eventos en los que encuentra similitudes con aquello que me lastimó. Aunque la persona no sea la misma y el resultado sea diferente. Sigue echando carbón al motor, aun cuando ya nos pasamos de la estación y las vías han terminado.
¿Qué tanto estamos siendo encadenamos por nuestro pasado? ¿A cuántas personas vamos a lastimar hasta ser capaces de reparar el daño que nos hicieron? ¿Cuánto más falta para aprender a amar como perros y gatos?
Hola.
Me encanto esto. Tambien lei otros titulos y me identifico. Me dio mucho gusto encontrar este espacio, y saber un poco de lo que esta en tu corazon y mente. Saludos Omar.